¿A qué espera?, ¡Vaya a por él!

¿Sabes qué es lo más importante qué aprendí en este tiempo?

Aprendí que es mucho más bonito y hace mucha más ilusión una pequeña cosa que signifique un jodido mundo que un vestido de chanel.

Aprendí que una sonrisa te calma, qué dos y dos no siempre son cuatro y que no es bueno competir contigo porque siempre gano yo... y te enfadas. Aprendí que no es aburrido pasar el día tirado en un prado escuchando música, que puede ser divertido reirse de los programas del corazón y que se puede comer aún estando " pá reventar". Aprendí que es imposible pretender que me coma más palomitas que tú en el cine, que se puede querer a alguien sobre todo lo posible y que una coca-cola no es nada si no lleva consigo un biosolán. Aprendí que los mejores recuerdos salen de los días que empezaron con mala pata y que hay retos personales que jamás te cansas de tratar conseguir.

Aprendí a escucharte, a reirme de ti y también de mi... pero, sobre todo, aprendí que para mi vivir es... sentarme en un banco con tu mano en mi rodilla y sonreirle a la vida por cosas como esas!